Qué es el producto mínimo viable y su utilidad antes de iniciar un negocio

Qué es el producto mínimo viable y su utilidad antes de iniciar un negocio

A la hora de desarrollar nuevos productos y servicios, existen diferentes técnicas y metodologías que permiten a los emprendedores analizar, monitorizar y probar sus estrategias utilizadas para comprobar si van a ser rentables una vez puestas en marcha. El concepto de PMV o producto mínimo viable es una de ellas, la cual es extremadamente útil para estudiar la viabilidad de nuestro nuevo producto en el mercado.

Qué es el producto mínimo viable

El método del producto mínimo viable consiste en desarrollar una versión de prueba del lanzamiento de tu producto, invirtiendo cantidades de tiempo y dinero muy reducidas, pero tratando de ofrecer al público el valor que pretendes conseguir con el producto real. Es una estrategia perfecta para el emprendimiento, ya que permite testar la viabilidad de lanzar ese producto sin tener que realizar el gasto que conlleva su desarrollo completo.

A la hora de emprender, es muy habitual que terminen surgiendo numerosas y variadas ideas para desarrollar y sacar el mercado, no obstante, la realidad nos dice que son pocas las que terminan siendo realmente rentables. Por ello, conviene utilizar un método de este tipo para evitar gastos de desarrollo, marketing y publicidad en un producto que no valga la pena, buscando la optimización de los recursos disponibles y la máxima eficiencia.

Cuáles son las características del PMV

El emprendimiento se caracteriza por lanzar al mercado distintos proyectos con un capital y unos recursos reducidos, tratando de maximizar la eficiencia y optimizar los procesos. El PMV tiene ciertas características que resultan en ventajas para el empresario:

  • Permite invertir los recursos en un producto o servicio ya testado, es decir, que tiene una probabilidad muy alta de terminar siendo rentable en el mercado.
  • Facilita la obtención de feedback del público objetivo, permitiendo lanzar algo que se ajuste a las necesidades de los futuros clientes.
  • Exige un análisis profundo sobre los puntos fuertes y débiles del proyecto, por lo que permite potenciar los aciertos y corregir los errores antes del lanzamiento.
  • Muestra el interés real de los consumidores por tu producto, permitiendo saber si realmente están dispuestos a comprarlo.

Por qué es importante establecer un producto mínimo viable

Invertir los recursos limitados de un negocio de emprendimiento en un proyecto y que termine con resultados negativos es un problema muy grande y preocupante, ya que puede lastrar el futuro del negocio, llegando incluso a su desaparición. Todas las marcas, tanto pequeñas como las más grandes a nivel global, han apostado por algunos proyectos que, pese a sus expectativas, han terminado fracasando.

Al fin y al cabo, el cliente marca el éxito o el declive de un producto o servicio, ya que dependemos de su confianza para mantenernos en el largo plazo. Por ello, el PMV no solo permite analizar la rentabilidad económica del proyecto, sino que nos proporciona un feedback muy valioso sobre la opinión de los clientes, su intención de compra futura y los problemas o errores que han encontrado con el producto.

Cómo crear un producto mínimo viable paso a paso

Ahora sabes qué es un producto mínimo viable. Por último, te vamos a mostrar cómo crear un PMV paso a paso para tu negocio. En GDN Asesoría, pese a que no realizamos un PMV, nos parece una herramienta de suma importancia en el emprendimiento por lo que te recomendamos que leas detenidamente lo que te indicamos a continuación sobre la mejor forma de hacerlo, por la importancia que puede llegar a tener esta estrategia en tu modelo de negocio particular.

Primer paso: propuesta de valor

El primer paso para saber cómo hacer un PMV es definir la propuesta de valor de nuestro producto o servicio en cuestión. Para ello, debemos responder a varias preguntas que nos permitirán perfilarla de manera precisa (qué necesidades cubre, cómo se empleará el producto, qué valor aporta, cómo se diferencia de los productos o servicios de la competencia…). En definitiva, tenemos que establecer con precisión los valores centrales del producto para que las pruebas se ajusten a la realidad.

Segundo paso: público y tiempo de prueba

Tras conseguir una propuesta de valor definida, tenemos que determinar la audiencia hacia la que dirigiremos el lanzamiento de la prueba, que debe ajustarse lo máximo posible al público objetivo de la empresa. Por otro lado, también debemos decidir un tiempo de prueba durante el que se lanzará el PMV, que no puede ser ni muy largo (terminaría perjudicando al lanzamiento oficial) ni muy corto (puede que las respuestas no sean realistas).

Tercer paso: comenzar la prueba

Una vez definidos los tres factores anteriores, es el momento de empezar las pruebas dentro del mercado. Con los resultados obtenidos después de las pruebas, podremos saber si las inversiones terminarán siendo rentables, o bien si el producto o servicio en cuestión no se lanzará al mercado. Existen dos pruebas a realizar en todo PMV:

  • Fase alfa. Es una prueba con un público muy pequeño, generalmente controlado y elegido por la propia empresa, que tendrá que elegir a las personas que participarán en esta fase del periodo.
  • Fase beta. El producto se lanza a un segmento mucho mayor, que puede estar también controlado, o bien ser accesible por cualquier usuario del mercado.

Es importante indicar que, en ambas fases, el producto se encuentra en un periodo de prueba y puede sufrir cambios hasta llegar a su lanzamiento final.

Cuarto paso: recepción del feedback

Tras las pruebas realizadas, es el momento de recibir e interpretar el feedback de los usuarios. Es crucial recopilar comentarios, analizarlos y saber lo que piensan los grupos de clientes, con el fin de saber si el producto tiene futuro, gusta y será rentable una vez lanzado definitivamente. No podemos olvidar que la meta final es obtener un producto o servicio rentable, por lo que el análisis debe estar enfocado hacia esa posible rentabilidad.

Quinto paso: decisión final

Tras recoger, filtrar y analizar el feedback, es el momento de tomar la decisión final. Si el producto tiene futuro, será rentable y gusta a los clientes, se efectuarán las modificaciones pertinentes en función de las críticas recibidas y se invertirá para lanzarlo definitivamente al mercado. En caso de que la inversión no sea rentable, se descartará el producto o servicio en cuestión y se pasará a probar otra idea.

Conociendo el significado de PMV, sus características y proceso de ejecución, es indudable concluir en que esta técnica es una de las más utilizadas y efectivas para los emprendedores que deseen optimizar el lanzamiento de sus nuevos productos y servicios. El producto mínimo viable les permite conocer la viabilidad de los proyectos gracias al feedback obtenido por parte de usuarios que lo han testado durante un periodo de tiempo determinado.

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