Dentro del amplio y complejo mundo que representa la gestión de proyectos, uno de los mayores retos lo encontramos a la hora de realizar una óptima adaptación a los constantes cambios que sufren los mercados. Para poder conseguir esta deseada capacidad de adaptación, necesitamos utilizar sistemas que nos permitan generar una capacidad de respuesta adecuada y flexible, algo que conseguiremos empleando las metodologías ágiles.
Qué son las metodologías ágiles
Al fin y al cabo, cuando un emprendedor desarrolla un proyecto, este tiene que destinarse a satisfacer alguna necesidad existente en el mercado, algo que se puede llegar a complicar cuando la competencia es muy alta y la demanda por parte de los clientes incrementa su exigencia. Para ello, existen unos modelos diseñados específicamente para mejorar esta reacción al cambio por parte de los emprendedores: las metodologías ágiles.
Estas son todas las metodologías que se emplean con la finalidad de que la empresa sea capaz de adaptarse, de forma inmediata, a cualquier cambio o problema que pueda surgir durante el desarrollo de una actividad profesional. Como hemos mencionado anteriormente, se busca mantener la innovación y la flexibilidad dentro de un mercado cambiante, sobre todo en el sector digital, donde la evolución es mucho más rápida y exigente.
En un mercado donde se busca capacidad de innovación bajo una exigencia continua, el uso de las metodologías ágiles permite que los negocios se posicionen en los lugares más competitivos. Estas acostumbran a trabajar bajo una perspectiva global, sin limitarse a gestionar los cambios externos a la empresa, ya que tocan cualquier tipo de problema que pueda surgir.
Ventajas de las metodologías ágiles para el emprendimiento
Utilizar este tipo de metodologías en tu nuevo emprendimiento te brindará numerosas ventajas en muchos de los aspectos más importantes para el éxito del proyecto. En GDN Asesoría, no trabajamos directamente con metodologías ágiles, pero quizás podamos ayudarte en algunos aspectos, destacando las siguientes ventajas de las metodologías ágiles como las más importantes al aplicarlas en tu empresa:
- Mejora del ambiente laboral. Las metodologías ágiles acostumbran a involucrar a toda la plantilla, que se sentirá partícipe dentro del proyecto, incrementando la motivación y la satisfacción personal de cada trabajador al cumplir con los resultados. En consecuencia, se creará un núcleo mucho más desarrollado y fuerte frente a los posibles cambios o problemas.
- Incrementa la satisfacción de los clientes. A la hora de poner en marcha cualquier tipo de metodología ágil, el cliente siempre termina siendo el centro de todo el proceso, ya que buscamos su aprobación a través de la satisfacción de sus necesidades. Ambas partes salen ganando: el cliente obtiene lo que buscaba y la empresa forja relaciones sólidas y positivas con los consumidores de su mercado.
- Agiliza el desarrollo de nuevos proyectos e innovaciones. Utilizar las metodologías ágiles es un sinónimo de obtener eficiencia y rapidez a la hora de desarrollar un proyecto, por lo que estos terminan dando resultados mucho más rápido, algo que siempre es positivo (tanto para el cliente como para el propio emprendedor).
- Minimiza costes en dinero y tiempo. Cuando sucede un problema de gran envergadura, o bien el mercado experimenta cambios repentinos, las empresas suelen perder mucho dinero y tiempo en solventarlos, ya que no están preparadas para ello. Las metodologías ágiles se encargan de ofrecer planes de respuesta inmediata a estas situaciones, evitando todos esos costes innecesarios.
Metodologías ágiles destacadas
Tras ver qué es y los beneficios que aporta a nuestros proyectos, solo nos queda hablar sobre qué metodologías ágiles existen, analizarlas y ver sus particularidades y características. Pese a que existen muchas metodologías de distintos tipos, hay algunas que destacan sobre el resto por su utilidad y funcionalidad.
Kanban
Su aplicación se realiza a través de la confección de un diagrama de tres columnas, en el cual reflejaremos la situación actual de las tareas que desarrolla la empresa actualmente:
- Pendientes.
- En proceso.
- Finalizadas.
Todos los participantes en la actividad en cuestión deben poder visualizar, en cualquier momento, el estado de todas las tareas, buscando que la información sea común y accesible para todo el equipo. Se puede llevar a cabo físicamente o en la nube, y su objetivo principal consiste en aclarar la situación actual de cada tarea y evitar posibles olvidos o equivocaciones.
Scrum
Es perfecta para grandes proyectos, como el lanzamiento de un nuevo producto al mercado, y funciona dividiendo cada etapa en pequeñas partes, que a su vez son subdivididas en tres fases:
- Análisis.
- Desarrollo.
- Comprobación o testeo.
Los bloques temporales deben ser breves (aproximadamente tres semanas o un mes), y el núcleo de la metodología pasa por la revisión y discusión constante sobre el desempeño de cada objetivo marcado a medida que se va desarrollando el proyecto. En definitiva, trata de agregar valor al producto a través de la monitorización constante y el establecimiento de pequeñas metas u objetivos en cada fase del proceso.
Programación extrema (XP)
Esta metodología, basada en el uso de técnicas de programación con una alta interacción entre profesionales, suele terminar dando buenos resultados en startups. Una empresa realiza un encargo, y esta trabajará junto al equipo que desarrolla el programa durante todo el proceso, buscando una comunicación constante para adaptarse a los posibles cambios o malentendidos. Su objetivo principal consiste en la búsqueda de la flexibilidad, permitiendo que el proyecto se vaya perfilando durante su propio desarrollo.
DesignThinking
En esta metodología, el equipo de trabajo pone todo el énfasis en el cliente, buscando una o varias necesidades para cubrirlas a través de la oferta de un producto o servicio. Al poner en marcha esta metodología, se tiene que hacer un exhaustivo análisis de la situación actual del mercado y, sobre todo, de sus consumidores: necesidades, problemas, gustos, capacidad de pago…, para ofrecer la mejor solución posible.
Lean Six Sigma
La metodología ágil Lean Six Sigma se centra en los errores para estudiar la viabilidad de un producto o servicio, contabilizándolos a lo largo del desarrollo de su proyecto. La base de esta metodología nos dice que, si nuestro producto tiene más de tres sigmas (errores o fallos), este no será rentable una vez lanzado al mercado, y tendremos que buscar una nueva idea, o bien otro enfoque totalmente diferente.
Ahora que sabemos qué es una metodología ágil, sus ventajas y las más utilizadas en la actualidad, podemos entender la importancia de su uso en un proyecto de emprendimiento. Elige la que mejor se adapte a tus proyectos y ponla en marcha para optimizar tus resultados y conseguir una óptima adaptación a los cambios del mercado.
