Hay tantos tipos de planes de acción para que una empresa empiece a funcionar como empresas puedan existir. No creas que tu negocio es «simple» o que no hay nada que planificar, pues tu proyecto, por pequeño que sea, siempre merece la pena. Por eso, es importante disponer de unas claves que sirvan como pautas para desarrollar un plan de puesta en marcha de un negocio que nos ayude a establecer unos elementos comunes sobre los que podamos cimentar y orientar nuestro emprendimiento hacia el éxito.
La importancia del plan de negocios
Poner en marcha una empresa requiere de una serie de estudios previos antes de la salida oficial al mundo mercantil. En un plan de acción para una empresa de servicios, analizaremos datos de mercado, plazos, trámites legales, así como posibles subvenciones o ayudas a las que podamos optar y que nos faciliten la tarea en el ámbito económico. Se trata de un proceso que debemos mimar al detalle, ya que repercutirá en la correcta marcha posterior de la empresa y nos librará de numerosos problemas que podrían derivar de un inicio excesivamente apasionado y desorganizado. Contar con un plan de acción, nos permitirá:
- Conocer gastos concretos de constitución.
- Elegir la forma de sociedad legal que mejor nos convenga.
- Establecer gastos legales que comporta la sociedad.
- Fijar las obligaciones y derechos que ostentamos.
- Estructurar actividades.
- Definir nuestros objetivos y sus recursos.
- Organizar las tareas y medir su éxito.
Poner en marcha una empresa sin detenerse a plasmar la idea en un papel puede ocasionar pérdida de tiempo, de dinero y de motivación, mucho más si se trata de alguien con poca experiencia. No obstante, el plan de acción de una empresa de servicios recogerá lo necesario y será conciso y claro para que, como una guía de viaje, de su análisis surja la idea clara de la puesta en marcha de la empresa. Y, como nadie nace sabiendo, https://gdnasesoria.com/ está a tu disposición para ayudarte en cualquier momento del procedimiento en el que necesites de asesoría.
Pasos a seguir para poner en marcha una empresa
Antes de poner en marcha tu negocio, es recomendable que intentes dar respuesta a estas preguntas:
- ¿Mi idea es atractiva?
- ¿Soy capaz de plasmar la idea en papel?
- ¿Cuento o puedo contar con recursos para que salga adelante?
Si respondes «sí» a las tres, enhorabuena: estás en condiciones de pasar a la puesta en marcha de un plan de negocios. Para ello, puedes organizarte siguiendo los pasos que proponemos.
Recursos disponibles
Revisa si la puesta en marcha de la empresa es viable en cuanto a financiación económica se refiere. Sin recursos, la empresa no va a poder ni arrancar ni avanzar; por eso, si no dispones de recursos financieros, contempla todas las posibilidades de cómo obtenerlos, buscando las fuentes y concretándolas.
Locales y equipamiento
La ubicación de nuestro local u oficina será nuestra sede, que funcionará como registro legal. Debemos prever en nuestro plan sus posibles acondicionamientos o remodelaciones, así como contar con los permisos necesarios y el tiempo estimado que nos llevará tramitarlos.
Recuerda: cumplir con los requisitos de registro y legalidad son fundamentales para la prosperidad comercial; de no ser así, existen sanciones tanto para ti como para los terceros que se relacionan contigo en el tráfico jurídico.
Forma jurídica de tu negocio
Elige en tu plan la forma jurídica que más se ajuste a tu caso (autónomo, pyme, sociedad anónima) y conoce la norma legal aplicable: de ella dependerá todo lo relativo al procedimiento tributario. La elección de una u otra afectará en los costes de su propia constitución y también nos podrá beneficiar en cuanto a ayudas y subvenciones.
Los proveedores
Si tu negocio requiere de materias primas o consumibles, busca o contacta con referencias para empezar a gestionar las condiciones de pago, la calidad del producto, los precios, y todo lo relativo a los trámites legales logísticos de y de abastecimiento que necesites.
Equipo de trabajo
Lo mejor para que tu negocio sea productivo es crear un equipo de trabajo desde los inicios, que funcione como colaborador en la creación de la estructura funcional de la propia empresa. Un grupo capacitado, que entienda el objetivo y la meta del negocio, y se dedique a la atención de las tareas que empiece a demandar la empresa.
Equipo de trabajadores
Intenta definir a las personas que trabajarán en la empresa, un ideal clave en el funcionamiento y en la consecución de tus resultados, que personifiquen los valores de tu negocio y de tus metas. Prueba a estructurar:
- El número de trabajadores: no es un número al azar: primero, concreta el número de personas necesarias para que la empresa arranque. Más tarde, prevé el número de trabajadores que puedas necesitar para un volumen de trabajo que te aporte rentabilidad y termina con un número de ellos que te indique el pleno rendimiento. Contempla la posibilidad de tener que recurrir a mayor número de trabajadores, por ejemplo, en las épocas estivales.
- Áreas de trabajo y sus funciones.
- Requisitos genéricos de aptitudes en los perfiles de los trabajadores.
- Baremos de valoración de las capacidades.
- Salarios: estudia las modalidades de contrato que podrás aplicar, observando los idóneos para las necesidades de tu negocio, así como los convenios colectivos.
Trámites administrativos
Antes de ejercer nuestra actividad económica, debemos realizar una serie de trámites administrativos, que serán distintos según el Municipio o Comunidad Autónoma donde nos encontremos. Deberemos contemplar en nuestro plan la información acerca de:
- Cuáles tenemos que hacer.
- Cómo hacerlos (si se pueden realizar vía online).
- Cúando (plazos).
- Qué me piden (requisitos y documentación).
- Tasas por tramitación.
El análisis DAFO
El análisis DAFO es una técnica que consiste en hacer un balance de nuestro propio plan de puesta en marcha. Tendrá lugar cuando hayamos definido nuestro proyecto y será una herramienta muy útil para tomar la decisión del impulso final. Puedes saber más acerca del análisis DAFO en nuestro artículo Método DAFO: el pre-emprendimiento.
No esperes más: si tienes una idea y puedes materializarla, eres capaz de hacerla real y plasmarla en un plan de puesta en marcha de tu negocio. No te subestimes, toda idea es buena y se ejecutará con mayor fluidez, agilidad y éxito si te centras en las claves necesarias para que tu negocio dé sus frutos, pero a partir de unas semillas de mejor calidad. Y, por supuesto, desde https://gdnasesoria.com/ siempre te guiamos. ¡Ponte en marcha!